Festival

POESIA i + 2022
28 de junio - 10 de julio

Canet de Mar, Sant Pol de Mar, Sant Andreu de Llavaneres, Sant Vicenç de Montalt, Teià, Dosrius, Arenys de Mar, Alella, Mataró y Caldes d’Estrac

¿Cuáles son los límites de la poesía? ¿Hasta dónde puede llegar la expresión poética y, sobre todo, hasta dónde puede llegar su poder de incidencia en un mundo salvaje como el de hoy? Ante los recientes acontecimientos, el estallido de una nueva guerra en Europa y la incapacidad de revertir los efectos humanos sobre el planeta, ¿podemos decir que la poesía ha fracasado? ¿Acaso la poesía ha muerto? Tras ocho años pidiendo educadamente que haya más poesía en el mundo, nos enfrentamos a un planeta herido y exhausto, a un presente en conflicto que no invita precisamente al optimismo y en el que no parece que haya espacio para la poesía. Pero desde el festival sí podemos decir alto y claro que hemos construido comunidad, que hemos ensanchado los horizontes de la poesía y que hemos acercado a mucha gente a un territorio —físico y literario— para que lo sienta suyo y lo cultive. Maresme, poesía y verano... Tres ejes que creemos que pueden seguir invitando a una rebelión grata, y estos años de festival lo ratifican. Pero ni así podemos olvidar las preguntas que nos imponen la actualidad y los viejos fantasmas que se despiertan de nuevo. Hemos querido ser bálsamo durante los momentos más inciertos de la pandemia, hemos querido ser celebración cuando vislumbrábamos ya una salida... Y ahora, ¿qué?

Ahora, la única salida posible: no renunciar. No renunciar a la fuerza de la palabra, no renunciar a los espacios en los que cabe todo el mundo, no renunciar a nuestra disidencia, no renunciar a nuestro compromiso con el entorno y todas las vidas, humanas y no humanas. No renunciar al grito de Palau i Fabre, que supo esparcir colores cuando la realidad insistía en el blanco y negro. Que supo mirar su entorno de manera incómoda cuando todos insistían en una realidad idílica e inverosímil. Que supo exprimir la vida sin constricciones ni reservas. Nada nos será arrebatado, porque nada es propiedad de nadie: la vida está para vivirla, esta podría ser una de sus lecciones. Frente a los trapos sucios de sangre, nuestra bandera es la hoja en blanco y un par de ojos para escribir con tintas de lo más diverso.

Este año, con las heridas abiertas y el cuerpo en convulsión, hemos querido redoblar la apuesta por un festival joven y disidente. Una programación que quiere ser actual, vinculada al territorio, abierta y experimental, instintiva e intuitiva, arraigada y libre para decidir serlo todo. Es nuestra mirada de la poesía frente a un mundo más veloz que nunca, que abre nuevos escenarios del choque continuamente y que espolea a viejos caballeros negros. Acercamos la mirada a una poesía que quiere ser comunidad y relámpago: palabras que nos interpelan, que proponen, que quiebran las grandes convenciones y las ideas rectas. A nosotros nos gustan las palabras curvas y las voces curvas, los caminos torcidos, los cuerpos ondulantes y los gestos oblicuos... la poesía que resuena en nuestro presente.

Hemos querido hacer el festival que el joven Palau i Fabre desearía compartir con sus compañeros en un momento como el actual. Una programación enraizada en el territorio y a la vez abierta a todas las identidades y a los brotes que surgen entre el cemento de las convenciones. Desde la poesía hacia el texto y hacia las voces, hacia la música y el cuerpo, hacia el espacio compartido y la introspección. Queremos que os sintáis en casa más que nunca, porque ahora mismo construir una casa abierta es casi una utopía y un imperativo. Os esperamos con los brazos abiertos.

Líneas de programación:

  • Queremos continuar siendo más que nunca un festival de descubiertas y de propuestas singulares que amplíen el paisaje poético. Este año contamos con propuestas como las de Tarta Relena, Abraham Boba, Santiago Latorre, Ariox, Clara Poch y Marçal Calvet, Arnau Obiols, The Tyets y su Animalari urbà, Verde Prato, Adriano Galante, Ginebra Raventós, Remei de Ca la Fresca, Víctor López, Jansky, Amaia Miranda... Queremos que el POESIA i + sea más que nunca un espacio para descubrir nuevos nombres. Este año también hemos encargado una nueva producción a la banda de música electrónica b1n0 y la poeta Maria Sevilla, que será uno de los platos fuertes.
  • También continuamos apostando por formatos especiales: contaremos un año más con acciones artísticas, como la que harán la performer Rosa Suñer y la poeta Roser Domènech al parc de Can Muntanyà, y tendremos conciertos muy especiales, como el de El Petit de Cal Eril en medio del bosque (precedido por el poeta tortosino Josep Ramon Roig, que vuelva a los escenarios), Inspira en el parque Germans Gabrielistes de Sant Vicenç de Montalt (con una visita espectacular de la costa) o la combinación de las voces de MuOM con Manel Ollé en la iglesia de Caldes d’Estrac. Y sin duda, uno de los conciertos más especiales de este año será el de Enric Casasses y Pascal Comelade, que han decidido volver a los escenarios puntualmente para hacer un concierto en el parque de Can Muntanyà, uno de los escenarios principales y más mágicos del festival.
  • Frente a un tiempo tan complejo, queremos apostar más que nunca por el talento joven y por las nuevas ventanas que abren: Ariox, Mar Grimalt, Raquel Pena, Pol Guasch, Nu Drama, Anna Gas, Àngels Moreno, Maria Callís, Jaume C. Pons Alorda, Gonzalo Hermo... Y no queremos dejar de conectarlos con el resto de generaciones, especialmente los poetas que han marcado las últimas décadas y que tantas puertas han abierto, como Antònia Vicens y Biel Mesquida, que abrirán el festival, David Castillo (que actuará con Xarim Aresté), el maresmense Rafael Vallbona o la gallega Chus Pato. Así mismo, reivindicamos la vigencia de Gabriel Ferrater, en este caso confrontado con un poeta muy vinculado en el Maresme, Salvador Espriu (en una propuesta articulada por Albert Roig).
  • También hemos querido abrir espacio para poetas experimentales que, entre el juego sonoro y la acción, han sido fundamentales para entender la evolución poética de las últimas décadas: Josep Ramon Roig y Bartolomé Ferrando.
  • Establecemos un vínculo con la Fundació Mallorca Literària y su festival La Lluna en Vers, que se celebra durante los meses de verano. Programamos la producción de la Fundació Mallorca Literària sobre Damià Huguet i Miquel Àngel Riera, Fam de paraula i terra (Mar Grimalt, Roger Pistola, Salvador Miralles), y programamos conjuntamente la propuesta de la cantante vasca Verde Prato, que es una de las perlas de esta edición.
  • Continuamos con la colaboración con el Premi Miquel Martí i Pol del certamen Terra i Cultura, organizado por el Celler Vall Llach. Este premio reconoce cada año el mejor poema musicado en catalán. Por nuestra parte, el festival programa el ganador del premio. Este año, programaremos los ganadores, The Tyets, y los finalistas, Clara Poch y Marçal Calvet.
  • Del mismo modo que el año pasado Mallorca tuvo un espacio especial en la programación, este año hemos querido que sea el País Valencià uno de los ejes de nuestra programación, motivados por el Año Joan Fuster y por la vitalidad de la poesía y la música valencianas. Contaremos con la participación de Àngels Gregori, Sandra Monfort, Cavallo (encabezado por el poeta Hugo Mas) y Bartolomé Ferrando.
  • Presentamos dos exposiciones. Por un lado, una exposición de formato reducido sobre la relación entre Guillem Viladot y Felipe Boso, dos nombres imprescindibles de la poesía visual y concreta. Enmarcada en el centenario de Guillem Viladot, la exposición quiere reseguir los vínculos poéticos y personales entre estos dos investigadores en poesía y a la vez dialogar con la exposición permanente de la Fundació Palau y la exposición temporal Signes i escriptures, que se podrá ver durante el verano. Por otro lado, presentamos una exposición para hacer un repaso de la imagen que Soon in Tokyo ha creado desde el 2013 para el POESIA I +. Diez años en los que el lema “Més poesia, si us plau” nos ha acompañado y en los que hemos querido que la imagen sea algo más que un apoyo y se convierta en una acción artística. Ahora que la actualidad pone tanto en duda nuestro lema, pensamos que es una buena ocasión para revisar el relato que ha dibujado la imagen en todos estos años.
  • Uno de los principales objetivos del festival es acercar todo tipo de públicos a la poesía. En este sentido, la combinación de recitales con conciertos, acciones y propuestas híbridas nos permite acceder a públicos variados, tanto del Maresme como del resto de Cataluña. Además, con la voluntad de tener un público generacionalmente variado, programamos actividades familiares y velamos para que en general sea un festival accesible para todo tipo de personas.
  • También estamos comprometidos con el territorio que nos acoge, el Maresme, y el legado de Palau i Fabre, el fundador del festival. En este sentido, reivindicamos que el festival es un espacio de descubierta poética y territorial, así como un espacio para tomar consciencia de la fragilidad de nuestro entorno natural y de la importancia del legado literario y artístico que preserva la Fundació Palau. Algunas propuestas como las de Jansky (que trabajan a partir de los sonidos de los insectos), El Petit de Cal Eril y Rosa Suñer y Roser Domènech destacan en este sentido.
  • Creemos en la fuerza de la poesía para acoger a gente muy diversa. Pensamos que en momentos como ahora el festival tiene que dar espacio a identidades diversas y asegurar que todo el mundo pueda sentirse cómodo en el festival. Apostamos por artistas con una mirada queer y LGTBI+ —Ariox, Santiago Latorre, Biel Mesquida, Pol Guasch, Gonzalo Hermo—, continuamos estableciendo vínculos con colectivos que generalmente no se sienten interpelados por las programaciones culturales y construimos puentes y espacios de relación entre los diversos públicos que se acercan. Pensamos que ahora mismo es una responsabilidad de todas las entidades con vocación pública.

Organiza: Fundació Palau de Caldes d’Estrac

28 de junio - 10 de julio

La poesía ha muerto. La poesía ha fracasado. Y nos toca estar de duelo y dejar que el negro lo amara todo. Negación absoluta. Pero... ¿para qué sirve la poesía? ¿Hasta dónde puede llegar su poder de incidencia en un mundo salvaje como el de hoy? ¿Cuáles son los límites de la poesía? ¿Ya no podemos confiar en sus versos? ¿Son placebo? ¿Son una estafa? Después de estar pidiendo educadamente que haya más poesía en el mundo (+ poesía si us plau), nos enfrontamos más que nunca a un planeta herido y exhausto, a un presente en conflicto que no invita precisamente al optimismo: no podemos olvidar las preguntas a las que nos aboca la actualidad y los viejos fantasmas que se despiertan de nuevo. La poesía ha sido bálsamo durante los momentos más inciertos, catarsis, cuidado, y también una puerta al optimismo y a la celebración cuando ya atisbábamos una salida. ¿Y ahora qué? ¿Y el poder transformador de la poesía, dónde está? ¿Puede que no haya transformado nada? ¿O quizás esperábamos demasiado? Es más: ¿puede tener la poesía alguna utilidad? ¿Puede ser un refugio? ¿Puede algo tan inmaterial atenuar el dolor, derribar la desesperanza? ¿Realmente nos puede mejorar, la poesía? ¿Puede hacer del mundo un lugar mejor? ¿Y salvarnos de nosotros mismos? Hoy día todo nos dice que no. Las guerras, las crisis migratorias, los límites del planeta y la avaricia humana... ¿No hay espacio para la poesía, en este mundo? Pese a esto, nos queda una última y definitiva pregunta: ¿realmente la poesía ha muerto? No podemos aceptar un sí como respuesta. ¿Podríamos renunciar a la fuerza de la palabra, a la belleza, a la esperanza, a los espacios donde caben todas las sensibilidades, a nuestra disidencia, a nuestro compromiso con el entorno y con todas las vidas, humanas y no humanas? Ahora la única salida posible es no renunciar. No renunciar a nosotros mismos. No renunciar al presente ni al futuro. No renunciar a ser escuchados, a nuestro grito: + poesia si us plau. Con las heridas abiertas y el cuerpo en convulsión, nos toca poner en duda nuestro rol, el rol de la poesía, de nuestra comunidad. Es la mirada y la bandera de la poesía frente a un mundo que abre continuamente nuevos escenarios de choque y que espolea viejos caballeros negros. Nos toca enfrentarnos al espejo y hacernos preguntas incómodas. Preguntas que nos abran los ojos, que nos hagan volver a brillar. La poesía ha muerto. Viva la poesía.

 

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